UNA MAÑANA DE OTOÑO
Una mañana de otoño puede dar para mucho si la aprovechamos bien. En este caso es un domingo cualquiera en el que llegamos temprano al monte.
Justo al empezar a caminar nos encontramos con estas pequeñas setas, todavía bañadas por el rocío, a las que dedicamos un rato. Trabajamos en unas condiciones complicadas, ya que se encontraban muy a ras de suelo y junto a más vegetación.
Unos pocos pasos más adelante nos encontramos a este pequeño sujeto.
Al estar frío y húmedo, permanecía todavía inmóvil lo que nos permitió realizar algunas fotografías.
Al estar frío y húmedo, permanecía todavía inmóvil lo que nos permitió realizar algunas fotografías.
Al final llegamos a nuestro destino, el río Tinto,
en el que estuvimos realizando algunas tomas jugando con los colores y las formas, mientras nos lo permitió la luz.
en el que estuvimos realizando algunas tomas jugando con los colores y las formas, mientras nos lo permitió la luz.
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